historia del cartel
Aunque la litografía fue inventada en 1798 por Aloys
Senefelder, esta técnica era al principio demasiado lenta y costoso para la
producción del carteles. La mayoría de los carteles eran producidos en bloques
de madera (xilografía) o grabados del metal con poco color o diseño.
El desarrollo del proceso litográfico de tres colores de
Cheret abrió una brecha que permitió que los artistas alcanzaran cada color del
arco iris con tan sólo tres piedras -generalmente rojas, amarillas y azul -
impresas en un registro cuidadoso.
Aunque el proceso era difícil, el resultado era una
intensidad notable del color y textura, con sublimación de las transparencias y
los matices imposibles en otros medios (incluso hoy día). Esta capacidad de
combinar palabra e imagen en un formato tan atractivo y económico, finalmente
hizo al cartel litográfico, una innovación de gran alcance. Comenzando en 1870
en París, se convirtió en el medio dominantes de la comunicación de masa en las
ciudades de Europa y América. Las calles de París, Milán y Berlín fueron
transformadas rápidamente en la "galería de arte de la calle,"
entrando de lle no en la edad moderna de la publicidad.
La Belle Epoque
Durante el 1890, En plena belle Epoque en Francia, la
afición por el cartel estaba en plena floración. En 1891, el primer cartel de
Toulouse-Lautrec's, "Moulin Rouge", elevó el estado del cartel al la
categoría de arte. Las exposiciones, los expositores y los distribuidores del
cartel proliferaron, satisfaciendo la demanda del público por el cartel. Al
comienzo de la década, el distribuidor parisino pionero Sagot, numeró 2200
carteles en su catálogo de las ventas.
En 1894, Alphonse Mucha (1860-1939), un funcionario checo
residente en París, creó la primera obra maestra del cartel de Art Nouveau. El
estilo florido de Mucha, nace durante la noche cuando Mucha fue presionado para
producir un cartel para Sarah Bernhardt, la brillante actriz que había tomado
París. Con influencias de los Pre-Rafaelistas, y del arte bizantino, este
estilo dominó la escena parisina en los diez años siguientes y se convertiría
en el principal movimiento decorativo internacional del arte hasta Primera
Guerra Mundial.
La belle Epoque fuera de París
El cartel fue introduciéndose lentamente en otros países
pero a partir de 1880, se aceleró su popularidad. En cada país, el cartel fue
protagonista también de todos los eventos culturales de importanciade la
sociedad europea. En Francia, el culto del café (absenta y otros productos
alcohólicos) era omnipresente; en Italia la ópera; en España las corridas de
toros y los festivales; en la literatura y los productos para el hogar; en las
ferias comerciales, en los diarios literarios de Gran Bretaña y de América y en
el circo.
Las primeras distribuciones masivas de carteles fueron
llevadas a cabo en Gran Bretaña e Italia en 1894, Alemania en 1896, y Rusia en
1897. La más importante fue llevada a cabo en Reims, Francia en 1896 y repartió
1.690 carteles por todo el país.
A pesar del cruce con los estilos de la "Belle
Epoque", los estilos nacionales distintivos llegaron a ser evidentes. Los
carteles holandeses fueron marcados por el orden lineal; los carteles italianos
por su drama y escala magnífica; Los alemanes para su franqueza y medievalismo.
La gran influencia de Francia había encontrado un contrapeso. El estilo Art
Nouveau continuó después de acabado el siglo, aunque perdió mucho de su
dinamismo con la imitación y la repetición. La muerte de Toulouse-Lautrec en
1901 y del abandono del arte del cartel por Mucha y Cheret -ambos dieron vuelta
a la pintura- dejó un vacío en Francia
en el nuevo siglo. Este fue llenado por un joven caricaturista italiano llamado
Leonetto por el ilustrador Cappiello, que llegó en París en 1898.
Influenciado fuertemente por Cheret y Toulouse-Lautrec,
Cappiello rechazó el detalle quisquilloso del Art Nouveau. En su lugar él se
centró en crear una imagen simple, a menudo chistosa o extraña, que cautivaría
inmediatamente la atención y la imaginación del espectador callejero. Su cartel
del Ajenjo de Maurin Quina en 1906, diablo verde pistacho en un fondo negro con
tipos de palo seco en bloque, marcó la maduración de un estilo que dominaría
arte parisino del cartel hasta el primer cartel de Art Deco de Cassandre en
1923. Esta capacidad de crear una identidad de la marca de fábrica estableció a
Cappiello como el padre de la publicidad moderna. Es autor entre otros famosos
carteles, de los de Cinzano.
Mientras tanto, los artistas que trabajaban en la escuela
de Glasgow de Escocia, la Secesión de Viena de Austria, y Deutscher Werkbund de
Alemania también transformaban el espíritu modernista temprano del Art Nouveau.
Estas escuelas rechazaron el ornamentación curvilínea en favor de una
estructura rectilínea y geométrica basada en el funcionalismo.
EL CARTEL Y EL MUNDO
MODERNO
LOS PRIMEROS MAESTROS:
Jean Alexis Rouchon
Impresor parisino, nació
en 1794 y murió en 1878. Precursor del cartel moderno. Antecesor de Cheret.
Empezó imprimiendo sobre planchas de madera y fue dueño de una imprenta y
negocio de papeles pintados.
La técnica de los
papeles pintados fue la que utilizó entre 1840 y 1870, con ella realizó
carteles y anuncios para grandes almacenes, obras literarias, revistas y cafés
cabaret.
Con el tiempo depura su
técnica a través de su propia imprenta para pasarse a la cromolitografía, es en
este momento cuando comienza a realizar ilustraciones basadas en figuras
alegóricas, personajes históricos, temas religiosos y poco a poco va creando
las marcas de los productos y los lemas.
Los carteles de Rouchon
eran carteles a color y su principal característica es el tamaño, siendo 3 o 4
veces mayores que las planchas convencionales, es decir, en lugar de utilizar
una única plancha para imprimir el cartel, divide el cartel e imprime cada
parte en una plancha diferente.
CARACTERÍSTICAS:
Realizó carteles
grandilocuentes.
Exageró tanto las
figuras como las formas.
Plasmaba un ambiente
festivo y espectacular parisino.
Inició el cartel moderno
no solo por su tamaño sino por el uso del color, todo ello apoyado por el texto
de sus eslogans.
Vincula el cartel al
mundo de la moda, a través de sus carteles el mundo de la moda encontró un
medio de difusión extraordinario. Por un lado los carteles transmitían el buen
vestir y la elegancia característicos de la clase burguesa de la época,
convirtiendo a París en la capital de la moda a nivel mundial. Por otro lado el
cartel se aprovechó del mundo de la moda porque los grandes modistos se van a
convertir en los principales agentes anunciadores.
Cartel de propaganda, bélico o político
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de reclutamiento y de propaganda política se volvieron muy comunes, y muchos persistieron en las conciencias nacionales, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te necesita), o el británico Loose Lips Sink Ships (Hablar sin cuidado hunde barcos), que advertía de los espías. Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nazi) utilizaron el cartel como un medio eficaz de adoctrinamiento de las masas. La guerra civil española presenció una emulación creativa de cartelistas en ambos bandos.
Cartel pop
Es posible que estés tentado de pensar que este arte POP es tan simple que cualquiera lo puede hacer. Es posible, pero en arte lo valioso es la originalidad, lo nuevo. Sin embargo la copia no se cotiza casi nada. Así que ya sabes, si crees que vales como artista, no copies nada anterior, invéntate tú algo y a ver si tienes suerte.
En esta exposición puedes ver obras de dos grandes maestros del pop:
Roy Lichtenstein y Andy Warhol.
cartel contemporáneo
Roberto Miguel Torres Barbán
Durante
el simposio El rol del Cartel en el mundo contemporáneo, que sesionó por
estos días en el Centro Hispanoamericano de Cultura, especialistas del tema
dialogaron sobre los retos de la cartelística en la era digital, la
preponderancia coherente de imagen o tipografía y las tendencias que a nivel
internacional priman en estas producciones.
La
profesora del Instituto Superior de Diseño Cristina María Suárez precisó que el
principal reto de los cartelistas radica en el uso de la tipografía, no solo
para el diseño de letras y palabras, sino también en las frases e ideas. La
también representante de la Oficina de Diseño Industrial abundó sobre el papel
del cartel en las políticas culturales de la Revolución desde sus primeros
años.
Entre las
conferencias dictadas destacó la de la profesora de la Universidad de Québec,
Valerie Yobe, quien describió los caminos del cartel y sus tendencias actuales.
Al respecto, explicó las fortalezas del proyecto Posters para mañana, el
cual pretende promover la creatividad de los diseñadores jóvenes en la era de
las redes sociales.
Por su
parte, el diseñador gráfico Pepe Menéndez, reconocido por su labor en la UNEAC
y Casa de Las Américas, explicó que el diseño de estas obras de promoción
cultural se debe de hacer desde el disfrute y ejemplificó con las producciones
realizadas para el cine en el último medio siglo.
un buen cartel
Un cartel debe ser llamativo, legible a primera vista,
que su mensaje se grabe en la memoria y sobre todo debe comunicar. Las
funciones del cartel pueden ser varias: anunciar algo, crear ambiente en un
lugar, evocar una idea o sentimiento, etc.
El cartel no es un libro, no trata de explicar o
desarrollar un tema, pretende más bien crear un impacto emotivo que reviva o
instale ideas.
Para llegar a crear un buen cartel debemos tener en
cuenta algunas de las cosas que enumeramos:
Precisar lo que se pretende lograr. Es necesario saber
cual va a ser la verdadera finalidad del cartel, vender, promover imagen,
posicionar un producto, segun la finalidad sera el tipo de cartel
Si se trata de un cartel informativo predominará el texto
sobre la imagen.
Si se trata de un cartel formativo predominará la imagen
que será reforzada con un texto corto.
Habrá que decidirse por una sola idea, no diluyéndose en
varios conceptos.
En ocasiones lo mucho dice poco y lo poco dice mucho.
Comunicar con fuerza, claridad y simplicidad.
Tener en cuenta a quien va dirigido.
Un cartel que no es comprendido en un par de segundos no
es un buen cartel.
Crear la forma adecuada de expresar el mensaje. El cartel
es comunicación visual.
Si optamos por las imágenes (fotos o recortes de revistas,
dibujos, fotos y dibujo juntos) no hemos de recargar el cartel y han de ser
significativas.
Si, por lo contrario, decidimos usar textos hemos de
realizar una composición clara, precisa, concisa, bien expresiva y original,
que sea fácil de entender y retener.
Otro factor a tener en cuenta es el formato del cartel:
debe verse a distancia. El formato estándar es de 70x100 cm. ó 50X70 cm.
Siempre rectangular y preferentemente en vertical.
El uso del Color: elemento primordial para llamar la
atención. Colores "fríos" o "calientes". El contraste es
otro factor importante para captar la atención. Contrastes máximos: negro sobre
blanco, negro sobre amarillo, rojo sobre blanco, blanco sobre negro, azul sobre
blanco, negro sobre rojo...
Las tipografías que utilicemos (tipo, tamaño etc.) deben
ser legibles, escoger cual es la tipografia adecuada ayuda mucho al cartel,
evitar Comic Sans.
Proporción del cartel: debe haber un equilibrio entre la
imagen, letra y espacios en blanco.
La disposición: tener en cuenta la lógica de la
comprensión del cartel ya que la lectura generalmente se realiza de izquierda a
derecha, y de arriba hacia abajo. Generar un punto o centro donde la vista se
fije con mayor facilidad. Los elementos dispersos dispersan la atención.
Hay un detalle, quizá el más importante, que es especial.
Ese detalle que no se ha nombrado en los puntos anteriores es la creatividad.
Sin creatividad y originalidad no existe un buen cartel.
Video sobre el cartel publicitario
Bibliografía
Ling donde encuentras más información de los temas y información referente
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